sábado, 11 de febrero de 2012

Exposición “Texturas”, de Jesús Cañas del Pozo “El fotero”.

Exposición “Texturas”.
Jesús Cañas del Pozo “El fotero”.
Desde el 11-2-2012 al 8-4-2012 (abierta todo el día)
Bar Restaurante “Los Doss”
Paseo del Ferrocarril, 9 (Cuenca).  Frente a la estación de autobuses

sábado, 2 de julio de 2011

Santiago Cuerda Morcillo publica la novela "Espejo de lobo"

Esta narración, novelada y ficticia, se ajusta a hechos reales y a un supuesto histórico, en parte, entresacado de la investigación arqueológica, que dentro del proyecto “Cien mil pasos alrededor de Segóbriga” se está llevando a cabo, sobre la minería romana del lapis specularis.
Cuerda anima al lector a que se adentre en el mundo de la Hispania Romana del siglo I d.c., a través de la relación entre el célebre naturalista Cayo Plinio Segundo y un liberto encargado de la caravana que seguía la ruta desde las minas del interior de la Península hasta el mar Mediterráneo, lugar en el que el mineral era embarcado con destino a Roma.

El relato transcurre entre los años 73 y 79 d.c., fecha ésta última de la erupción del Vesubio y muerte de Plinio y del emperador Vespasiano.

En Roma, el emperador Vespasiano ha conseguido consolidar e instaurar la dinastía Flavia. Con sus reformas y gobierno, ha restaurado el auge comercial y reorganizado el sistema fiscal, terminando con la ruina económica resultante de las derrochadoras extravagancias de hombres como Calígula o Nerón y saneando las finanzas del Imperio. En particular, las reformas afectan positivamente a Hispania, ya que el emperador acaba de conceder el status de derecho latino a todos los hispanos.

"Espejo de lobo" es la crónica de la relación personal entre dos seres humanos, uno imaginario, Hipólito, pero que pudo ser real, y que quizá existió, y Cayo Plinio Segundo (Plinio El Viejo), emisario del emperador Vespasiano a Hispania, dos personajes clave, que ayudaron a cambiar la historia de Segóbriga y, por ende, de la Hispania romana del siglo I d.c.

Algo tan importante como la amistad y los afectos va conformando la acción de la presente narrativa. Sin la lealtad, el afecto y la mutua confianza, la aventura vivida por ellos, y por la gente que les rodeaba, hubiera tenido un final muy distinto, incierto y fatalista.

jueves, 14 de abril de 2011

Jesús Cañas del Pozo participa en la exposición Fotógrafos con la Semana Santa

 Se trata de una exposición colectiva de fotógrafos conquenses, organizada por la UNED, la Junta de Cofradías y la Fundación CCM.

Los trabajos podrán verse impresos en lonas, que se colocarán en las ventanas del colegio El Carmen, en la subida a la Plaza Mayor.

lunes, 17 de enero de 2011

viernes, 10 de septiembre de 2010

LA CUEVA DE LA REINA DE LAS MARIPOSAS

(Conmemoración del II centenario de Darwin y Graells)

Por Santiago Cuerda Morcillo




Cuenta la leyenda que, en un lugar recóndito y abrupto, entre densos pinares de la alta serranía conquense, existe una cueva, al parecer hoy olvidada. Además de la boca de entrada, tiene -diametralmente opuesta- una salida de ventilación que se abre sobre las profundas y turbulentas aguas del Júcar, encajadas en la angosta hoz del río, componiendo un espectáculo sobrecogedor de gran belleza natural.

En cierta ocasión unos leñadores serranos vieron cómo una muchacha muy hermosa corría hacia la entrada de la cueva, perseguida por un apuesto joven. Temerosa se adentró en la oquedad, tomando, al instante, la forma de mariposa. Así pudo librarse de su perseguidor, quien, con asombro y terror por tan fantástico suceso, y por el desprendimiento rocoso de la pared de la cueva, cayó fulminado sobre los escombros calizos.


La cueva quedó convertida en cámara funeraria, alfombrada por alas de mariposa Graellsia. Desde entonces, cientos de alas se han ido depositando durante generaciones, originando así una visión insólita que provoca la muerte de quien la descubra.

Se dice también que, entre los pinos, vive una bella mariposa que, a veces, sobrevuela el derrumbe ocasionado por el fatal sortilegio.


(*) El eminente entomólogo Mariano de la Paz Graells dedicó el descubrimiento de la mariposa Graellsia isabelae a la reina de España Isabel II.